“-No tomes como no interés lo que es un cambio de paso. Pero también tengo claro que la sumisa es un ser poderoso (como lo oyes), que ha de dar pasos para que el Amo la doblegue. No se puede doblegar lo inmóvil, ha de moverse de algún modo. Tampoco me vas a decepcionar, lo sé.. Si lo hicieras y fueras ya formalmente mi sumisa, tu culo sería adecuadamente enrojecido y penetrado como debe ser.
Se pasó la mano por la entrepierna y sonrió, luego se inclinó hacia delante y levantó la barbilla de ella con los dedos,
-No es tan difícil, ¿verdad?
-No..-respondió sin dejar de mirarlo con ojos de inocencia y miedo.
-Buena chica -dijo acariciando su cara ..Tus limitaciones como sumisa las desconozco, tanto las mentales como las físicas. Si las hay, a ti te corresponde romperlas. Yo sólo puede ayudarte con las mentales y a tratar las otras, de un modo que no suponga un riesgo a tu persona, ¿lo entiendes?
-Sí.. lo entiendo.
-Perfecto.. Con respecto a qué tipo de Amo soy, que la sumisa lo juzgue. La sumisa es el más preciado tesoro de un Amo, no es un objeto, es el sujeto por excelencia.. Apréndetelo..“