
En las mazmorras del castillo de mi Rey, crezco día a día como sahkatabi, al servicio de quien me cuida y protege, quien me guía con sus enseñanzas.
Es mi lugar de meditación y reflexión, al igual que mi lugar de adiestramiento, paz e intimidad dentro del castillo que comparto con mi Dueño.
Castillo que desprende magia, por nuestras ilusiones, vivencias y complicidad que hay entre mi Rey y yo. Soy la suavidad y la dulzura mezcladas con un vino de sensualidad, soy fuerza y energía en mis palabras, y acciones para mi Guardián.
Dentro de nuestra oscuridad hay momentos buenos y malos, y en los malos momentos surge un brillo de luz, que hace q los superemos y seamos mas fuertes aun, siendo El y yo, dos en uno, ya que tanto el uno como el otro, nos complementamos fusionarnos así. El me hace a su gusto y semejanza y poco a poco ha ido consiguiendo hacerme a El, a sus gustos.
Arrodillada ante mi Rey, a sus pies, vivo en plenitud mi vida, nuestra vida, en nuestro castillo, nuestro reino.